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Querido Niño Dios: Hace muchos,
muchos años no te escribía. Lo hago porque estoy francamente confundido… ¿Cómo
es posible que, hoy por hoy, Papá Noel, goce de mayor popularidad que tú? Al
menos eso es lo que se nota en Cartago que luce llena de sus imágenes. Algunas
hasta menean sus colas. Sus tamaños son tan diversos, que cerca de
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Querido APG: Supe que le escribiste una carta al Niño Dios. Primero, quiero aclararte que no tengo
nada que ver con el TLC y no soy gringo, aunque sí son ellos quienes me han
hecho famoso, como a todas sus estrellas. Llegué a Estados Unidos procedente de
Holanda, pero mis orígenes se encuentran en Europa. Segundo, aunque soy un gordo jovial, de barba blanca y vestido
rojo, no tengo nada que ver con el Ámérica, cosa que seguramente te dará
tranquilidad, porque me han contado que eres hincha del Cali. No meneo la cola,
pero sí viajo en trineo; bajo por las chimeneas de los que tienen chimeneas:
por eso jamás te he podido dar nada, además, creo que no lo mereces. En mi
juventud fui famoso por dar regalos a los pobres, fui obispo de Myra, en el
Asia Menor y mi verdadero nombre es San
Nicolás aunque también me conocen como Sankt
Nikolaus, en Alemania y Sanct Herr
Nicholaas o Sinter Klaas (Santa
Claus) en Holanda Mis seguidores tuvieron que promover mi imagen como dador
de regalos, para sacar de circulación a varios paganos como la bruja Befana y los ancianos Berchta y Knecht Ruprecht. Cuando no tenía renos cabalgaba por el cielo en un
caballo repartiendo regalos. Me vestía como un obispo y a veces iba acompañado
por el adorable Black Peter, un elfo
cuyo trabajo consistía en azotar a los niños malos… lástima que los derechos
del niño hayan impedido su compañía. Finalmente quiero decirte que soy uno de
los santos más populares de la cristiandad. Soy el Santo Patrón de Rusia y
Grecia, y de los niños, los marineros, los investigadores o eruditos, los
prestamistas y, en la edad media, hasta de los ladrones. Y tercero, quiero decirte que la competencia contra el Niño Dios por
ser quien reparte los regalos en navidad, surgió porque en un principio, era en
mi día en el que se recibían los regalos, el 6 de diciembre, que fue abolido en
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Querido APG: Recibí tu carta. En realidad no estoy en competencia
contra Papá Noel, pero sí me asalta una enorme
preocupación: algunos me creen sin vida, entre otras cosas porque ayer, las
mujeres de una extraña religión, con sus rostros apesadumbrados y en lúgubre
procesión, llevaban mi corazón en andas. Nadie puede vivir sin corazón, pero
muchos se han creído dueños de él haciendo del tema todo un gran debate que
solo genera líos. El verdadero problema se encuentra en el corazón, pero en el
de ustedes, que sólo me recuerdan, en mi imagen infantil, para pedirme miles de
regalos. Solo quiero decirles que esperen mi visita, pero no con los bienes
materiales que anhelan: con la verdadera riqueza del Espíritu. Si así lo
desean, espérenme el
Álvaro Posse