En épocas remotas, cuando los hombres
de barba no habían llegado por el Oriente todavía, con sus fórmulas y
razonamientos extraños, el hombre precolombino aprendía de la naturaleza lo que
ella misma le quería enseñar.
Un día, esa misma naturaleza decidió
enseñarle los números a Caby, un niño indígena que en realidad se llamaba
Cabracán, y que el destino había elegido como el futuro cacique de su tribu.
Y así, estando Caby sólo en el bosque,
la Pachamama, la madre naturaleza, tomó la forma de persona, la forma de
Bochica, un anciano de largos cabellos blancos, que aparecía siempre para
enseñar.
Bochica, que no causaba miedo al ser
visto, se le apareció a Caby, y le dijo: Caby,
el bosque ha cambiado su forma para que no puedas valerte por tu orientación al
querer salir, y tengas qué depender de los animales para regresar. Pero ellos,
a medida que vayan orientándote, te enseñarán algo muy importante: Los Números.
Con ellos podrás contar y medir, y contando y midiendo aprenderás todos los
secretos de la vida. Busca primero el Venado, él te enseñará.
Bochica desapareció y Caby quedó sólo,
confundido y perdido porque desde ese momento, y como se le había advertido, el
bosque ya no era el bosque… parecía otro bosque.
Pero Caby era un niño muy obediente y
comenzó a buscar el Venado, al que no tardó mucho en encontrar.
Yo
soy el Venado, estaba sólo hasta que me encontraste. Desde ahora y hasta que
salgas del bosque, te acompañaré. Debes aprender que ya tienes un amigo. Ahora
vamos por la Garza –dijo el Venado.
El Venado caminaba y Caby lo seguía
porque había entendido que era su amigo número 1. No tardaron en encontrar a la
Garza.
Yo
soy la Garza y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes dos amigos. Ahora
vamos por el Mico –dijo la Garza.
La Garza volaba mientras el Venado y
Caby la seguían. La Garza era su amigo número 2. No tardaron en encontrar al
Mico.
Yo
soy el Mico y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes tres amigos. Ahora
vamos por la Salamandra –dijo el Mico.
El Mico caminaba mientras el Venado, la
Garza y Caby lo seguían. El Mico era su amigo número 3. No tardaron en
encontrar la Salamandra.
Yo
soy la Salamandra y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes cuatro amigos. Ahora
vamos por el Armadillo –dijo la Salamandra.
La Salamandra caminaba mientras el
Venado, la Garza, el Mico y Caby la seguían. La Salamandra era su amigo número
4. No tardaron en encontrar el Armadillo.
Yo
soy el Armadillo y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes cinco amigos. Ahora
vamos por la Culebra –dijo el Armadillo.
El Armadillo caminaba mientras el
Venado, la Garza, el Mico, la Salamandra y Caby lo seguían. El Armadillo era su
amigo número 5. No tardaron en encontrar la Culebra.
Yo
soy la Culebra y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes seis amigos. Ahora
vamos por el Pez –dijo la Culebra.
La Culebra reptaba mientras el Venado,
la Garza, el Mico, la Salamandra, el Armadillo y Caby lo seguían. La Culebra
era su amigo número 6. No tardaron en encontrar el Pez en el río.
Yo
soy el Pez y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del bosque
los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes siete amigos. Ahora vamos
por el Cocodrilo –dijo el Pez.
El Pez nadaba por el río mientras el
Venado, la Garza, el Mico, la Salamandra, el Armadillo, la Culebra y Caby lo
seguían por la orilla. El Pez era su amigo número 7. No tardaron en encontrar
el Cocodrilo.
Yo
soy el Cocodrilo y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes ocho amigos. Ahora
vamos por el Loro –dijo el Cocodrilo.
El Cocodrilo nadaba por el río mientras
el Venado, la Garza, el Mico, la Salamandra, el Armadillo, la Culebra, el Pez y
Caby lo seguían. El Cocodrilo era su amigo número 8. No tardaron en encontrar
el Loro.
Yo
soy el Loro y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes nueve amigos. Ahora
vamos por el Sapo –dijo el Loro.
El Loro volaba mientras el Venado, la
Garza, el Mico, la Salamandra, el Armadillo, la Culebra, el Pez, el Cocodrilo y
Caby lo seguían. El Loro era su amigo número 9. No tardaron en encontrar el
Sapo.
Yo
soy el Sapo y estaba esperándolos. Desde ahora y hasta que Caby salga del
bosque los acompañaré. Caby: debes aprender que ya tienes diez amigos. Ahora
vamos a la puerta del Bosque –dijo el Sapo.
El Sapo saltaba mientras el Venado, la
Garza, el Mico, la Salamandra, el Armadillo, la Culebra, el Pez, el Cocodrilo,
el Loro y Caby lo seguían. El Sapo era su amigo número 10. No tardaron en
encontrar la puerta del Bosque.
Estando en la Puerta del Bosque, el
Venado se despidió de Caby, y Un (1) Venado se marchó.
Luego, otra Garza fue por la Garza
amiga de Caby; se despidieron de él. Dos (2) Garzas se marcharon.
Varios Micos fueron por el Mico amigo
de Caby; se despidieron de él. Eran en total tres (3) Micos los que se marcharon.
Varias Salamandras fueron por la
Salamandra amiga de Caby; se despidieron de él. Eran en total cuatro (4)
Salamandras las que se marcharon.
Varios Armadillos fueron por el
Armadillo amigo de Caby; se despidieron de él. Eran en total cinco (5)
Armadillos los que se marcharon.
Varias Culebras fueron por la Culebra
amiga de Caby; se despidieron de él. Eran en total seis (6) Culebras las que se
marcharon.
Varios Peces fueron por el Pez amigo de
Caby; se despidieron de él. Eran en total siete (7) Peces los que se marcharon.
Varios Cocodrilos fueron por el
Cocodrilo amigo de Caby; se despidieron de él. Eran en total ocho (8)
Cocodrilos los que se marcharon.
Varios Loros fueron por el Loro amigo
de Caby; se despidieron de él. Eran en total nueve (9) Loros los que se
marcharon.
Finalmente, varios Sapos fueron por el
Sapo amigo de Caby; se despidieron de él. Eran en total diez (10) Sapos los que
se marcharon.
Y Caby, estando sólo y en la Puerta del
Bosque, pudo regresar a su tribu. Pasaron los años y creció hasta convertirse
en el Cacique Cabracán. Él fue quien le enseñó los números a su tribu y a todas
las tribus precolombinas, contándoles esta historia.
Álvaro Posse