Después de hacer un análisis del ser humano, en su humanidad, en su posibilidad, en su esperanza. Después de despatologizarlo y de creer en él, la Psicología Positiva ha permitido redescubrir virtudes que agrupan las fortalezas del carácter de los individuos, conclusión a la que llegan sus investigadores, tras hacer un largo recorrido por las sabidurías ancestrales, las religiones, la filosofía, la sociología y las ciencias naturales, entre otras.
Estas virtudes redescubiertas están presentes en la mujer Cartagüeña, en las fortalezas de su carácter que, resultan no solamente un motivo de orgullo para quienes hemos nacido en esta ciudad, sino también una obligación de resaltar, de recordar, de enseñar como testimonio del pasado en el presente para que las generaciones del ahora y del porvenir conozcan un espejo digno, al que se debe -no solamente- mirar, sino también admirar; del que se pueden conmover con emoción, con alegría y felicidad.
Esas fortalezas de carácter de la mujer Cartagüeña están “ubicadas” en cada una de las campanas de la Torre de la Iglesia de la Catedral Nuestra Señora del Carmen, de Cartago, en Colombia.
Haciendo un paréntesis en este relato, se debe señalar, sobre esta torre que, en estos momentos (octubre de 2022) un equipo interdisciplinario, integrado por la Diócesis de Cartago, concejales del municipio, la administración municipal, la Institución Educativa Antonio Holguín Garcés, representantes de la sociedad, la cultura y el comercio y varias personas más, cartagüeños raizales o por adopción, se encuentran diseñando el interior de la misma, para habilitarla y permitir el acceso de visitantes hasta su mirador, al buen estilo de torres de iglesias europeas y como parte del desarrollo turístico de la ciudad.
Entonces: ¿Por quién doblan las campanas?[1] - En medio del ejercicio de diseño del interior de la torre, las campanas han sido dedicadas a las fortalezas de carácter de la mujer Cartagüeña. Cada campana resalta una característica de su grandeza, a las que se les ha puesto nombres. Los nombres de mujeres que, sin ser las únicas, representan a todas las demás.
Cartago: Grande y linda, como su mujer.
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[1] For Whom the Bell Tolls (Por quién doblan las campanas), es una novela publicada en 1940 de Ernest Hemingway que inspira como título, el nombre de este artículo.
